MUSEO DEL MUNDO MARINO
Ernesto Ruiz Pereira 2º C ESO
Al entrar en el museo, sobre nosotros encontramos el esqueleto de una orca hembra. Nos explicaron que eran grandes depredadores marinos; a pesar de que se alimentaban de atún.
A continuación, nos separamos por clases, y nosotros, los de mi curso, fuimos a una gran sala circular. Allí nos contaron varias cosas, entre ellas, nos dijeron que la persona que más profundidad alcanzó, sin submarino, fue un griego; que se sumergió algo más de 700 metros. Nos contaron que el récord de estar mayor tiempo bajo el agua, está en tres minutos y unos veinte segundos.
Me interesó mucho la explicación sobre el animal y la planta más grande del mundo: la ballena azul, que alcanza unos treinta y tres metros de longitud; y la secuoya estadounidense, cuya base del tronco alcanzaba mayor superficie que la sala entera. Aunque nos dijeron que el calamar gigante podría ser mayor que la ballena azul, no está demostrado, aunque hay indicios, como los tentáculos de nueve metros que tiene. El indicio más importante, es el encontrado en el cachalote (animal marino que se alimenta del calamar gigante) encontrado muerto con marcas de las ventosidades de los tentáculos del calamar. Estas eran de unos 25 cm; y hay una fórmula, por medio de la que se puede averiguar el tamaño, según las ventosidades. Me sorprendió mucho, cuando me contaron a pesar de todo esto, que el ser vivo mayor del planeta, es un tipo de hongo, que alcanza montones de hectáreas.
Seguidamente vimos lo más importante del museo: era una esfera de cristal con vida en su interior, sin recibir ninguna alteración del exterior. Es un proyecto de la NASA; pues en un futuro, se podrá enviar vida a otro planeta. Nos contaron que el cristal fue abierto con un compás que tenía un diamante en la punta. Dentro se añadió 7/9 de agua destilada y salada y 2/9 de atmósfera terrestre. Para que funcionara, se debía echar una cantidad exacta de especies de krill, algas y bacterias. También encontramos en su interior esqueletos de coral y una gran piedra volcánica. Lo más importante probablemente, para que hubiera vida, era tener 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad; emitido por tres focos que estaban en la esfera; además de una temperatura idónea. Todo esto es un círculo cerrado, las algas hacen la fotosíntesis, por lo que expulsan materia orgánica y las bacterias se alimentan de esta y de los restos de krill. A su vez el krill come de las algas, cerrándose el círculo.
Por último entramos en una sala enorme llena de animales marinos reconstruidos a partir de sus propios huesos. Nos hablaron sobre un animal marino del Polo Norte, que es capaz de realizar una peculiaridad que sólo los primates realizamos: sonreír. A continuación vimos el esqueleto de una ballena de 19,5 metros. Nos contaron que fue embestida por un gran barco, que le partió varias costillas. La ballena que estaba embarazada murió y llegó a las orillas de Doñana.
Para los que quisieran, había una pequeña sala con animales disecados, entre ellos la tortuga mora, además de al tienda de regalos.
Mi conclusión personal es que me ha encantado este museo; y me gustaría volver a visitarlo alguna otra vez.
Cuando llegamos al Museo del Mundo Marino nos sentamos todos en la primera habitación, en la que había un esqueleto. Nos contaron que este esqueleto era de huesos de verdad, de una orca que encontraron en la bahía de Palmones. También vimos el hueso de una mandíbula muy grande.
Visita al Museo del Mundo Marino
Belén Feria Mezquita 2º B ESO Nº 10
Luego, entramos en otra sala en la que había más esqueletos de mamíferos. Una ballena, que estaba reconstruida a partir de sus huesos, murió porque un barco le rompió las costillas que se le clavaron en un pulmón, por lo que no pudo respirar.
Nos contaron que estaba embarazada pero que la cría también murió. También vimos dónde tenía las mamas, la vagina y el ano.
Nos explicaron que para poder trasladar los huesos de estos mamíferos una vez muertos debían enterrarlos para su descomposición y así poder transportarlos mejor.
Más tarde, fuimos a una sala pequeña en la que había una esfera de cristal con agua, algas y algunos seres vivos más, que formaban un pequeño ecosistema. La esfera estaba completamente cerrada, sobre ella se encontraba una luz especial para que eso seres vivos sobrevivieran. Dentro tenía un paño con imanes para que las pequeñas gambitas y las algas no se acumularan en un lado impidiendo que la luz le llegase a los demás seres vivos.
Por último, estuvimos en otra habitación en la que nos explicaron cómo pescan los atunes, dónde, y por qué deberían moderar su pesca.
En conclusión, he aprendido mucho con esta excursión al Museo del Mundo Marino ya que nos han contado mucho sobre los mamíferos en general: por qué las orcas y las ballenas no son iguales, el tiempo que aguantan éstas bajo agua, qué hacen para dormir, por qué los delfines no duermen sino que descansan, etc.
PARQUE DUNAR DE MATALASCAÑAS Y MAZAGÓN.
Fátima Pérez Ramírez 2ºB ESO
El pasado día veintiuno de octubre los alumnos de segundo de ESO acudimos a una excursión realmente alucinante e interesante. Ésta trataba de asistir a un museo en Matalascañas, el cuál era el Museo Del Mundo Marino.
Fue una visita bastante interesante. Al entrar, los alumnos tuvimos una breve explicación de lo que estábamos contemplando, un esqueleto. Los monitores del museo nos explicaron lo que era y de qué animal procedía; además, pudimos participar tanto con nuestras preguntas como con preguntas que nos hacían los monitores.
Al entrar en el museo a descubrir las grandes maravillas que escondía, dividieron a los alumnos en tres grandes grupos y a cada uno le asignaron un monitor. Éstos fueron enseñando poco a poco las curiosidades del museo junto con una explicación lo más detallada posible, además contestaron a todas las preguntas que podrían plantear.
Primero, observamos un esqueleto, el de una ballena. Nos explicaron que su cuerpo era muy parecido al de un ser humano y que quizá se diferenciaran en pequeñas cosas, como en que sólo tienen cuatro extremidades superiores. Y después de infinidades de preguntas de los alumnos, observamos una réplica de este esqueleto.
Vimos representaciones exactas a las originales de delfines y cetáceos. Estos animales, los cetáceos, son capaces de estar hasta tres horas bajo el agua para capturar a su presa y suelen encontrarse en el Estrecho de Gibraltar.
Luego, pasamos a una sala, en donde nos explicaron la pesca de atunes. Dichos peces teleósteos necesitan alrededor de unos noventa marineros para poder ser capturados, debido a su gran tamaño y su complejidad de pesca. Y quizá sea una forma salvaje de pescar, ya que para conseguir subir a las embarcaciones a los atunes, les clavan unos grandes ganchos y, haciendo fuerza, tiran hacía sí varios marineros. Es una manera brutal de pescar pero también, la venta de estos peces alimenta muchas bocas al ser tan elevado su precio y, su sabor es delicioso.
Pudimos observar, también, una ecosfera, la cual puede llevar seis años sin ser abierta, ya que las gambas, por ejemplo, que fallecen, se descomponen en materia que sirva para dicho entorno. En la parte superior de esta ecosfera se encuentra un paño magnético ya que los seres viven que habitan dentro de ésta, muchas veces buscan la luz pegándose al cristal, y a través de un imán se mueve el paño para conseguir que estos seres vivos se desplacen y se alejen del cristal.
A la salida, aquellos que habían participado en las preguntas que los monitores habían formulado, y habían contestado correctamente, obtuvieron un regalito.
Y, por fin, Mazagón. Lo que todos los alumnos esperaban. Comida, juegos, correr, fútbol y playa. Y es que, quizá más de uno, e incluso, los profesores, se llevaran un disgusto, pero de todo se aprende.
Los alumnos disfrutaron de una comida agradable al aire libre, y pudiendo disfrutar de no tener clase.
Allí, en Mazagón, nos reunimos con los compañeros de primero de ESO y tuvimos una tarde agradable. A pesar de que se retrasara la bajada a la playa, que todos esperaban ansiosos, al llegar su hora, todo salió casi perfecto.
En la playa pudimos correr, saltar, gritar, cantar, escalar, hacer fotos, disfrutar y sobre todo, estar junto a los compañeros.
Al final, un viaje de vuelta entre cánticos, cansancio, arenas y nada de comida se hizo casi inexistente ya que es como si hubiésemos tardado dos minutos en volver.
Por último, solo cabe mencionar que fue una excursión maravillosa y muchos estarán deseando la llegada de otra ya que, aparte de la diversión, se aprende mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario